Lux Mundi nació del deseo profundo de acoger, unir y servir. Su historia comenzó en 1969, cuando el Padre Ramón E. Delius, sacerdote jesuita y primer Delegado Diocesano de Ecumenismo en Málaga, percibió la necesidad de crear un espacio donde las distintas Iglesias Cristianas pudieran celebrar sus servicios religiosos y acompañar espiritualmente a la creciente comunidad internacional asentada en la Costa del Sol.
Fruto de esta visión, en diciembre de 1973 se inauguró el Centro Ecuménico Lux Mundi en Fuengirola. Desde entonces, Lux Mundi se ha consolidado como una comunidad viva y un lugar de encuentro, que promueve el diálogo entre confesiones y culturas, y ofrece acompañamiento espiritual y apoyo práctico tanto a residentes como a visitantes.
Con el respaldo de la Compañía de Jesús y las Hermanas de María Reparadora, el centro brindó desde sus inicios acogida a muchas Iglesias Cristianas presentes hoy en la provincia de Málaga. En 1994, se abrió una segunda sede en Torre del Mar, ampliando su labor en la Axarquía, bajo el mismo espíritu de unidad y servicio, inspirado en la máxima jesuita: «Amar, orar juntos y servir.»
Tras el fallecimiento del Padre Delius en 1999, continuó su legado el también jesuita P. Rodrigo Ruiz Serrano, quien impulsó el proceso por el cual, en 2003, Lux Mundi pasó a ser una Fundación Diocesana, con la Diócesis de Málaga y la Compañía de Jesús como Patronos.
En 2014, se formalizó la separación entre la Delegación Diocesana de Ecumenismo y la dirección de la Fundación. Gloria Uribe Cifuentes, vinculada a Lux Mundi desde 1993, asumió la dirección, con el compromiso de seguir fortaleciendo esta gran familia ecuménica, hoy integrada por más de 14 Iglesias distintas de varios países europeos y un voluntariado comprometido que ofrece ayuda a quienes más lo necesitan.